Siempre me llamó la atención, quizás por la identificación que hice con ella, la frase "a veces ángel, a veces demonio, pero siempre yo". Todos nosotros llevamos dentro una parte amable, cálida y bondadosa que habitualmente manifestamos en nuestra vida cotidiana, y otra entidad oculta y tenebrosa que tapamos porque nos asusta, nos avergüenza o nos inquieta.
Bajo la máscara de nuestro Yo consciente (EGO=Personalidad consciente), se ocultan, por considerarlas negativas o "no adecuadas", todo tipo de emociones, impulsos y conductas que no aceptamos: Formas de ira, resentimiento, orgullo, mentira, celos...
Este territorio rechazado y normalmente inexplorado y desconocido es nuestro, se conoce en psicología como la "SOMBRA PERSONAL", un concepto creado por Carl Gustav Jung. (Psiquiatra y psicoanalista suizo, discípulo de Freud, también creador del "inconsciente colectivo y los arquetipos", y un gran investigador de las profundidades de la mente humana).
Esta sombra personal se va formando en TODOS los seres humanos de manera natural durante la infancia, según vamos incorporándonos progresivamente al contexto social que nos ha tocado vivir, con sus normas y valores específicos de cada cultura y cada comunidad, que no siempre se adecuan a ese Yo AUTÉNTICO que somos de pequeños y que paulatinamente vamos olvidando, echando al "saco de la sombra" todo aquello que en el fondo no queremos, pero que asumimos para que "nos quieran" y/o nos acepten, tanto nuestros padres, como la sociedad en general.
Son valores, creencias, normas que se han construido en cada comunidad y que se han considerado "buenas" o adecuadas para vivir mejor en sociedad, pero que ese niño no entiende, porque no resuena con su naturaleza esencial. Lo peor de todo es que ese "niño interior" que siempre llevaremos dentro, construye y dirige toda su trayectoria vital en base a esas cosas negadas, y que formarán parte de lo que
será su "guión de vida" y que en forma de sombra inconsciente dirigirá nuestro futuro, nuestra salud y también nuestra enfermedad.
Por eso es tan importante irnos aproximando poco a poco a nuestra sombra, ir poco a poco iluminándola para“evitar ser marionetas de nuestra propia existencia”. Un proceso no siempre fácil ya que se trata de ir descubriendo en nosotros aquello que no nos gusta, que nunca nos ha gustado y que a veces escondemos con mucho recelo.
Hay muchas formas y terapias que se ocupan y se han ocupado desde el siglo pasado de iluminar esta parte del inconsciente personal donde se asienta la sombra de la persona humana. Casi todas suponen un contacto a veces demasiado rápido, de forma que no nos suele dar tiempo a integrarla adecuadamente.
La meditación es una herramienta poderosa para éste proceso, ya que accede a la sabiduría natural de la persona y pone de manifiesto sólo aquella parte de la sombra que el organismo sabe que puede integrar correctamente, y lo hace despacio y de una manera gradual, además sin pasar necesariamente por la consciencia, o sea sin ser necesario siempre hacer consciente o sacar a la superficie esa parte oscura que contiene la sombra.
En éste taller profundizaremos un poco este punto de cómo la meditación actúa sobre la integración de la sombra y daremos algunas claves sencillas para descubrirla en nuestra vida cotidiana... y como siempre MEDITAREMOS JUNTOS.
¡¡ Anímate !! ... e ilumina tu sombra
Lo que niegas... te somete, lo que aceptas... te transforma